Tras el pitazo final terminaron 61 años de sequía de uno de los equipos más antiguos del fútbol cruceño, que con un corazón de gigante le ganó la pulseada a Bolívar, el club boliviano más copero del fútbol nacional, que dicho sea de paso no sirvió de nada el triunfo logrado ante Nacional Potosí este domingo en la Villa Imperial (0-3).
Por lo visto en la primera mitad era cuestión de tiempo la llegada de los goles. Los dirigidos por Carlos Leeb fueron ampliamente superiores a los de Tarija desde el pitazo inicial. Un inspirado Ovejero se complementó bien con Medina en la ofensiva. Los dos arietes estuvieron bien secundados desde mitad de cancha por Paniagua, Gutiérrez y Gómez. A ellos se sumó Zampiery por derecha y Morales por izquierda.
En frente tuvieron a un equipo livianito que solo tuvo intento de buen juego en los pies de Soliz y de Ríos. Prueba de ello es que en los primeros 45 minutos solo tuvieron una sola llegada de peligro. El beniano Ríos (20’) sacó un remate que salió muy cerca de la portería de Lampe. En contrapartida, el local tuvo varias chances de gol, incluso Medina (14’) y Rivero (25’) estrellaron sus remates en el vertical del arco del cuadro tarijeño. Se fueron al descanso con el marcador en blanco.
Llegaron los goles del título
Con los pies en la cancha y el oído en Potosí (ganaba Bolívar a Nacional) el complemento fue diferente. Llegó el primer tanto en el amanecer del segundo periodo. Pasaron apenas cuatro minutos (49’) cuando el colombiano Medina hizo estallar a la parcialidad de Warnes. Con un cabezazo limpio venció a Galindo tras centro de Ovejero desde la izquierda.
Con el 1-0 los corazones warneños que nunca supieron (hasta ahora) lo que era un título de Liga se comenzaron a acelerar. Los gritos desde las tribunas acompañaron el buen juego en la cancha. A los 63 Gutiérrez sacó un remate bajó que se escurre por entre las manos de Galindo, para después chocar en el parante izquierdo. Era un aviso del segundo tanto.
Apenas pasaron 60 segundos cuando llegó el 2-0 anotado por el paraguayo Paniagua. El guaraní cambió de cabeza el curso del balón tras un centro del capitán Gómez. El tanto que llegó a los 64 minutos dio tranquilidad a los dirigidos por Leeb.
De ahí en adelante, el dominio fue total del equipo de Santa Cruz. La visita, que jugaba con diez hombres por la expulsión de Escalante (55’), solo esperaba el pitazo final para mirar de palco la consagración del Toro; sin embargo, faltaba el tanto de Ovejero (89’), que cerró con broche de oro la mejor campaña en la história de Sport Boys.
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