El equipo warneño tuvo momentos difíciles que repercutieron, inclusive a nivel dirigencial. Tras la salida de su presidente Mario Cronembold,
soportó una pequeña crisis que se solucionó con la llegada de su actual
titular, Carlos Romero que está en el cargo desde marzo de este año y no sólo contribuyó a que su equipo permanezca en el seno ligero, sino que lo llevó a ser el campeón del fútbol boliviano.
Una vez que Sport Boys salvó la categoría cumplió, en el torneo que concluyó ayer, una notable campaña que lo llevó a alcanzar su primer título como campeón en el fútbol boliviano.
Esa magia tiene el fútbol. Y por eso es apasionante e impredecible.
¡ Salud, al nuevo campeón!
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