Una asamblea de Sport Boys decidió que el club pase a las manos de pueblo de Warnes.
Desde ayer se abrió un libro de socios y en los próximos días se le dará legalidad mediante el nuevo estatuto con el que contará el club.
Los asistentes a la reunión le dieron la potestad a Carlos Romero, que permanecerá en el cargo de presidente para hacer reformas varias.
Como pocos equipos, la institución azul inicia su año con dinero a favor que le permite realizar trabajo de aclimatación en Oruro y contratar refuerzos.
Los seguidores del Toro tuvieron un día especial, pues les dieron voz y voto para resolver el futuro de su entidad.
Mototaxistas, concejales, empresarios y simpatizantes llegaron hasta el estadio Samuel Vaca Jiménez, preocupados tras la renuncia a la presidencia de Romero, efectuada el viernes pasado.
Los presentes le dieron el respaldo total al Ministro de Gobierno, le autorizaron modificar los estatutos y aprobaron que el presidente sea un simple administrador de los recursos.
En la cita, Romero presentó su informe económico. Donaciones de empresas privadas permiten que el club parta con 285 mil bolivianos a favor.
Esa base económica da luz verde para que el equipo comienza el torneo Clausura con tranquilidad. La plantilla trabaja en una minipretemporada.
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