lunes, 21 de diciembre de 2015

La dupla Leeb-Apaza fue clave



Carlos Leeb y Sergio Apaza conformaron una dupla —inédita en Bolivia—, que rindió sus frutos. Uno dirigió al plantel desde el punto de vista técnico, el otro se encargó de analizar a los rivales y hacer las propuestas tácticas. Y aunque los dos son entrenadores, no hubo susceptibilidades entre ellos sobre quién debía ser primero o segundo. Desde su función, ambos llevaron a Sport Boys a lograr el título.

A la dirigencia del club de Warnes se le ocurrió no solo reforzar el plantel, sino también el cuerpo técnico, y hacerlo de una manera que no se da en Bolivia. les otorgó la responsabilidad a los dos, aunque con funciones bien definidas. El éxito de este “experimento” salta a la vista.

“Lo que más nos ayudó fue la convicción del equipo en los momentos más difíciles. Eso nos ayudó a seguir adelante”, destacó ayer Apaza, el más sereno de todos. “Estas alegrías duran poco. En enero ya tenemos que volver a jugar otro campeonato”, agregó.

Según Apaza, “cuando comenzamos el proyecto el presidente, don Carlos Romero, nos dijo que teníamos 44 partidos para salir del descenso, 22 en un torneo y 22 en otro. En el primero no solo nos hemos alejado de eso, sino que somos campeones”. “Nos caímos en diversas ocasiones, pero fuimos lo bastante fuertes de la cabeza como para levantarnos a tiempo y pudimos salir adelante hasta hacer realidad este sueño de ser campeones”, agregó Leeb.

Juntos para obtener el título

Argentino

Carlos Leeb consiguió por primera vez un título en el fútbol boliviano. Es argentino (nacido el 18 de julio de 1968). Fue futbolista.

Boliviano

Sergio Apaza Vera nació en La Paz el 22 de diciembre de 1955. Como entrenador estuvo cerca de ser campeón con La Paz FC. Ganó un torneo corto con Real Potosí.

Funciones

Carlos Leeb es el que dirige al equipo en el trabajo diario y los partidos; Sergio Apaza, el que estudia a los rivales y planea la estrategia.

Tuvo el arco menos batido y no desentonó en la ofensiva

Sport Boys fue el equipo con menos goles en el campeonato, o sea que presentó la defensa más segura —encabezada por el guardameta Carlos Lampe, quien llegó a la temporada procedente de San José—, y tuvo una de las cinco mejores ofensivas. Esos dos factores, más un medio sector equilibrado, fueron la base. Destacó por sobre todas las cosas su buen sistema defensivo. Fue muy complicado hacerle goles, al final encajó solo 17 (el único por debajo de los 20).

Convirtió 36 y aunque fue superado por otros cuatro equipos en ese rubro, pesaron a la larga los resultados (ganó 14 veces, empató tres y perdió cinco). La baja por lesión del delantero Yasmani Duk (cinco goles) —una de las principales contrataciones para esta temporada— obligó a replantear las cosas en la parte más difícil.

No fue la única, porque tampoco cerró la campaña el volante ofensivo Anderson Gonzaga; mientras que el zaguero Jefferson Lopes tuvo que viajar a su país por problemas personales en momentos clave de la recta final (sin él, el equipo le ganó en La Paz a The Srongest).

Pero Sport Boys no sufrió esas ausencias; por el contrario, le abrió espacios por ejemplo a una dupla conformada por el colombiano Wilder Medina (tres tantos) y el argentino —naturalizado boliviano— Marcos Ovejero, quien terminó como el máximo goleador de su equipo en el campeonato, con nueve.

Gutiérrez fue el abanderado

Todo equipo tiene un jugador diferente, el abanderado, el que se destaca más por su lucha y su entrega, y Helmuth Gutiérrez lo fue en filas de Sport Boys. Ayer, el jugador nacido en La Paz —quien comenzó a jugar al fútbol en Villa Armonía— por fin hizo realidad su largo sueño de ser alguna vez campeón del fútbol boliviano. Se inició en La Paz Fútbol Club, estuvo en los dos equipos de la Villa Imperial —Real Potosí y Nacional—, jugó en Blooming y se consagró en Sport Boys.

Pesó mucho el hecho de que Sergio Apaza, el segundo entrenador del cuadro de Warnes, ya lo conocía de cuando lo dirigió en La Paz FC. Para el futbolista, lo ocurrido en este campeonato fue una especie de revancha, porque en el otro conjunto de Santa Cruz no pudo rendir igual debido, sobre todo, a las lesiones.

Fue figura en varios partidos. Demostró ser uno de los mejores mediocampsitas del momento, no solo quitador de pelota sino generador de fútbol ofensivo. Hasta hizo goles. Ayer casi no pudo contener las lágrimas: “Hicimos respetar nuestra casa. Fuimos superiores. Gracias a todos, a mi padre y mi hermano que me apoyaron”.


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